Aquiles Mirmidon

EMBRIAGADO DE TU VINO

 

 

Tomaré

Un buen sorbo de tu piel,

beodo y delirante

por un buen bocado de tu miel,

dulce y nacarada,

y dejaré

un buen mordisco en tus pliegues,

solo, tras las estrellas,

y tomaré

un buen rasguño en tus sienes,

al perpetuarte,

solo en la noche de mi total

embriagues.