Aún creo fue la suerte, capricho del destino
o la mano de Dios, que simplemente hace
que dos seres se unan, en el amor que nace
de andar la vida unidos por el mismo camino.
Llegaste tú, cual copa de buen vino,
a mojar con tus labios y tu cuerpo; que yace junto a mi cuerpo
que en soledad e incertidumbre se deshace
esperando por ti, por mi mujer, acto divino.
Miro un cabello "cubano" tus ojos, en mi oído
permanece tu voz, naciendo de esos labios de Camelia,
veo tu suave piel que oscurece mis sentidos.
Ah! no hay comparación entre tú y una Camelia,
eres la mujer más linda que he tenido
y estas aquí a mi lado siempre tú, mi alma...Delia.