Somos seducidos por febrero,
así que siéntate conmigo, cerca de este enebro
ven, acércate, quédate conmigo
no dejemos que esta vez el amor se nos escape.
Que no se esfume de tus blancas y delicadas manos
y que no se caiga, de mis flacos y nerviosos dedos,
dejemos escapar estas angustias y miedos
y encerremos el amor en un frasco, como si fuese una mariposa.
Somos seducidos por febrero
y mis brazos, aprisionan tu cuerpo,
tus oídos, escuchan mi pecho
y tus ojos se clavan en mi mirada.
Así yo con una mirada te mostraré todo mi mundo a tu lado
y con un beso te diré todo lo que mi corazón ha callado.
Pues un beso es el grito desesperado de lo que se quiere decir, pero no se puede,
y una mirada... ¿Qué soy yo sin una de tus miradas?
Nos seduce febrero,
y sólo quiero que estés conmigo
pues si tú te marchas, sólo quedarán ramas, anhelos y uno que otro suspiro,
y el amor se irá contigo
y te cobijará como el roció cobija al césped.
Como la noche que cobija las estrellas
o el sol que cubre la mañana,
pero sólo somos seducidos por febrero
Y tú después no estarás conmigo.