Noel Romero

Vida y muerte del otoño

Ya las hojas de fuego se envuelven

y el color en cascadas se integra;

la pupila agradece y se alegra

y los lagos la fiesta devuelven.

 

Desde el tenue y ligero amarillo

hasta el rojo encendido e intenso

con su manto sublime y extenso

el otoño despliega su brillo.

 

Mas aquello que vida parece

desbordando alegría infinita

a la hoja su alma marchita

y ya mustia en el viento se mece.

 

Una digna respuesta a la muerte

Es beber de la vida el tesoro

Es ponerte tu túnica de oro

Y mostrarle que aún eres fuerte

 

Es la esencia de vida heredada

Y las hojas del bosque lo entienden

Pues después de que todo lo encienden

acolchonan la tierra dorada.

 

Desde el suelo final, desde el viento

Desde allí, con sus voces calmadas

muchas hojas heridas, quemadas,

te dirán con su último aliento:

 

Hoy yo muero, mas bello es mi ocaso

porque sé que después del invierno

nacerán brotes verdes y tiernos

de este árbol cuyos pies abrazo.