Cuarto creciente
Así empezó aquella mañana mi vida
Cuando con un dedo de luz dorada
El sol travieso tocó tu mirada
Dejando en mi la pasión encendida
Que te alcanza y va fundiendo tu sentir
De cada día con mis días y mi edad
Forjando en nosotros el amor de verdad
Que va siendo verdad y no sabe mentir
Que no deja de repetir que hemos vivido
Un cuarto de siglo juntos y felices
Desde la mañana cuando el sol atrevido
Alumbró tus ojos y me pintó matices
De miel de amor que me endulza rendido
Que nos une eternos en profundas raíces.
Derechos de autor por J. Plinio López S. / febrero 2015