Verito Escobar

La palabra

La palabra no ha muerto

y tampoco esta naciendo.

Ha estado, está y estará

viviendo, saltando.

Su cuerpo, siempre desnudo,

apunta con su índice

a lo más alto de la montaña

a lo más hondo del lago.

 

La palabra va tejiendo,

es hermosa como una mujer

y robusta como el pueblo,

sabia como mi abuela.

En sus pechos grandes

lleva la leche verdadera

en su boca

mezcla sangre y tierra.

 

La palabra no sepulta

a los hombres del mañana,

los enaltece, los florece.

Como uvas los hace vinos.

Es savia de la razón

y crepúsculo eterno.

Es un niño, adolescencia,

adultez y senectud.

 

La palabra va clavando

mil estacas en los campos,

una victoria más

y un llanto menos.

Su vuelo es transitorio, su quejido fecundo.

es cimiento de la historia,

es la madre de los tiempos

 

KoKa