Memorias de un amante
…los avatares de una vida entre solos y añoranzas,
arrastran soledades, y olvidos ¡no! No me traigan las distancias
esos ayes y lamentos de un mal querido,
¡cómo me trae la evidencia, ¡ay! amada, la afortunada sensación
del sujetar mis ilusiones... en el vacío, en la nada..!
y ¡ah! Ciertamente, enigma:
¡una realidad inobjetable, tu y yo enigmas
que consienten el tormento de amarse aun lejanos!
Así, buscarte como un nómada airoso,
u indómito navegante hecho
en la bravata de la vida, o tal vez preclara
ave de los cielos que vuele errante y moribunda
hasta tu cálido regazo...para morir de amor en ellos
tus brazos, tus abrazos,
o sucumbir en el intento de respirar exánime
del febril aliento de tu respirar de diosa hermosa,
casta y pura hermosa diosa...
Tentaciòn ¡oh! tentaciòn
el poseer tu blanco pecho
sin brasier de blonda blanca!
¡oh! maravillosamente inolvidable el tirar airoso
de tus bragas rosa!
más...soy un visionario sin cielo...aventurero
que busca
en la inmensidad de un mar profundo
un corazón perdido...
una sonrisa franca...
un respirar compartido en un blando lecho...
Tal vez sea hoja seca que olvidó el otoño
para perderse en las tragedias de los tiempos,
en los melodramas infinitos de la escena
de un monólogo en prosa...
sin embargo, amo a la vida...
Ama la vida un soñador que aún cree en el amor
en el éter de tanto olvido y dagas entre llagas
que sangran al alma con dolor...
que consciente de sus departidas limitaciones
abraza los devotos sentimientos...
que puede amar con la más infinita de las ternuras
sin fin...¡ah! en compendio de iusiones,
que ama en el sociego y hasta en la hora fatal
de una gesta sin final...
Soy aquel hombre que se volvió poeta
para un romance dar al dolor...loor al dolor;
que encontró su musa en el silencio de la noche,
que hizo medianamente realidad sus crasas ilusiones,
y que supo mitigar el dolor del alma
para conocer el amor de una dama
en una ilusión, que la distancia le robó
sus sueños francos...aquella divina ilusión
que le enseño a amar con sus versos de oro
que no eran para él...versos que le hicieron creer
de nuevo en el amor...
¡oh!, bella, en el extravío de estos ensueños, dime:
¿realmente feliz eres en mi ausencia,
mi musa consentida, lejana, bien querida?...
¡ah! sueños, sueños!...seguir aquí, bisando
la melodía triste que me hizo el soñar contigo
devoto a tus pies rendido;
aun imaginando estoy aquí a las sábanas blancas
de húmedas provocaciones
envueltas en fuego y cenizas santas,
que con sombría dejadez, pueda ser yo
para siempre dios-mortal,
que mi alma se calcine en un sol de marzo
y la luna se enternesca y una lágrima derrame
entre celajes que adornen mi tristeza;
y entre céfiros que ondeen mis visiones
iran mis soledades y esperanzas tras la hembra
que ancló su barca al puerto de mis ensueños,
provocándome luz y sombra en paradoja,
y la demencia de un celo inmaculado,
de imaginaciones concebidas
en esta abrupta soledad,
de neuronas desgastadas
en sincretismo de pasiones desahuciadas...
¡oh! el disfrute complaciente
del aroma de tu cuerpo,
mi hembra ausente,
mi piel te añore en soledad...
16-02-15