Tal como el infante se afana de un juguete ostentoso,
del mismo modo, me camelé de tus encantos,
sin embargo tus tratos para mí están vedados,
desde que carezco del status para tus pretensiones,
reconozco mi condición de hombre en la miseria,
y me privas de tus atenciones, ya que que tu magnanimidad
encaja con algún - otro - pretendiente pudiente;
los artefactos del amor en el solaz de la existencia,
fraguan pergeños que aturden al ciego corazón,
hoy me he quedado como el chiquillo
que ama lo imposible en el juego de una ilusión.