Relato Bíblico
En la voz de Gaviota Romero Blandino
Abuela, tú podrías contarme, ¿cómo nació el arco iris?
Escucha mi niña. Esto que te voy a leer está sacado del primer libro de la Biblia, Génesis y de algunos textos, de los capítulos del 6 al 9. Pero abuela ¿qué tiene que ver con el arco iris? Mucho mi amor, por favor escucha este relato Bíblicos que voy a contarte. Noé fue hombre justo. Resultó exento de falta entre sus contemporáneos. Noé andaba con el Dios [verdadero]. Con el tiempo Noé llegó a ser padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Y la tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios [verdadero], y la tierra se llenó de violencia. De modo que Dios vio la tierra y, ¡mire!, estaba arruinada, porque toda carne había arruinado su camino sobre la tierra.
Después de eso Dios dijo a Noé: “El fin de toda carne ha llegado delante de mí, porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos; y, ¡mira!, voy a arruinarlos junto con la tierra. Haz para ti un arca de madera de árbol resinoso. Harás compartimientos en el arca, y tendrás que cubrirla por dentro y por fuera con alquitrán. Y de esta manera la harás: trescientos codos la longitud del arca, cincuenta codos su anchura, y treinta codos su altura. Harás un [techo; y ventana] para el arca, y la completarás hasta el punto de un codo hacia arriba, y pondrás la entrada del arca en su costado; la harás con un [piso] bajo, un [piso] segundo y un [piso] tercero.
Abuelita, ¡qué grande era el arca! Si mi niña, ellos eran 8 de familia, y una pareja de animales de cada especies. Sigue por favor con el relato.
”Y Jehová le dijo, en cuanto a mí, aquí voy a traer el diluvio de aguas sobre la tierra para arruinar de debajo de los cielos a toda carne en la cual está activa la fuerza de vida. Todo lo que está en la tierra expirará. Y de veras establezco mi pacto contigo; y tienes que entrar en el arca, tú y tus hijos y tu esposa y las esposas de tus hijos contigo. Y de toda criatura viviente de toda clase de carne, dos de cada una, traerás dentro del arca para conservarlas vivas contigo. Macho y hembra serán. De las criaturas voladoras según sus géneros y de los animales domésticos según sus géneros, de todos los animales movientes del suelo según sus géneros, dos de cada uno entrarán a donde ti allí para conservarlos vivos. Y en cuanto a ti, toma para ti toda clase de alimento que se come; y tienes que recogértelo, y tiene que servir de alimento para ti y para ellos”.
Y Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Dios. Hizo precisamente así.
Y Noé tenía seiscientos años de edad cuando ocurrió el diluvio de aguas sobre la tierra. De modo que entró Noé, y con él sus hijos, y su esposa, y las esposas de sus hijos, en el arca antes de [que empezaran] las aguas del diluvio. 8 De toda bestia limpia y de toda bestia que no es limpia, y de las criaturas voladoras y de todo lo que se mueve sobre el suelo, entraron de dos en dos a donde Noé en el arca, macho y hembra, tal como Dios había mandado a Noé. Y a los siete días resultó que las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
En el año seiscientos de la vida de Noé, en el segundo mes, en el día diecisiete del mes, en este día fueron rotos todos los manantiales de la vasta profundidad acuosa, y las compuertas de los cielos fueron abiertas. Y siguió la fuerte precipitación sobre la tierra por cuarenta días y cuarenta noches.
Y el diluvio siguió sobre la tierra por cuarenta días, y las aguas siguieron aumentando y empezaron a llevar el arca, y esta estaba flotando muy por encima de la tierra. Y las aguas se hicieron a negadoras y siguieron aumentando mucho sobre la tierra, pero el arca siguió yendo sobre la superficie de las aguas. Y a grado tan grande anegaron la tierra las aguas que todas las altas montañas que estaban debajo de todos los cielos quedaron cubiertas. Hasta quince codos [por encima] las anegaron las aguas, y las montañas quedaron cubiertas.
De modo que expiró toda carne que estaba moviéndose sobre la tierra, entre las criaturas voladoras y entre los animales domésticos y entre las bestias salvajes y entre todos los enjambres que estaban enjambrando sobre la tierra, y toda la humanidad. Todo lo que tenía activo en sus narices el aliento de la fuerza de vida, a saber, cuanto había en el suelo seco, murió. Así borró él toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos, y fueron borrados de sobre la tierra; y solo Noé y los que con él estaban en el arca siguieron sobreviviendo. Y las aguas continuaron anegando la tierra por ciento cincuenta días.
Después de eso Dios se acordó de Noé y de toda bestia salvaje y de todo animal doméstico que estaba con él en el arca, y Dios hizo pasar un viento sobre la tierra, y las aguas empezaron a bajar. Y se cerraron los manantiales de la profundidad acuosa y las compuertas de los cielos, y así se contuvo la fuerte precipitación del cielo. Y las aguas empezaron a retirarse de sobre la tierra, retirándose progresivamente; y al cabo de ciento cincuenta días faltaban las aguas. Y en el séptimo mes, en el día diecisiete del mes, el arca llegó a descansar sobre las montañas de Ararat. Y las aguas siguieron menguando progresivamente hasta el mes décimo. En el mes décimo, en el primer día del mes, aparecieron las cimas de las montañas.
Así sucedió que al cabo de cuarenta días Noé procedió a abrir la ventana del arca que había hecho. A continuación envió un cuervo, y este continuó volando al aire libre, yendo y volviendo, hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra.
Más tarde él envió de consigo una paloma para ver si las aguas habían decrecido de sobre la superficie del suelo. Y la paloma no halló lugar de descanso para la planta de su pie, de modo que volvió a él dentro del arca porque las aguas todavía estaban sobre la superficie de toda la tierra. Por lo cual él alargó la mano y la tomó y la trajo a sí dentro del arca. Y siguió esperando aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca. Más tarde la paloma volvió a él como a la hora del atardecer y, ¡mire!, tenía en el pico una hoja de olivo recién arrancada, y así Noé se enteró de que las aguas habían decrecido de sobre la tierra. Y siguió esperando aún otros siete días. Entonces envió a la paloma, pero esta ya no volvió más a él.
Ahora Dios habló a Noé, y dijo: “Sal del arca, tú y tu esposa y tus hijos y las esposas de tus hijos contigo. Toda criatura viviente que está contigo de toda clase de carne, entre las criaturas voladoras y entre las bestias y entre todos los animales movientes que se mueven sobre la tierra, sácala contigo, puesto que tienen que enjambrar en la tierra y ser fructíferos y llegar a ser muchos sobre la tierra”
Y Dios pasó a decir a Noé y a sus hijos con él “Y en cuanto a mí, aquí estoy estableciendo mi pacto con ustedes y con su prole después de ustedes, 10 y con toda alma viviente que está con ustedes, entre aves, entre bestias y entre todas las criaturas vivientes de la tierra con ustedes, desde todas las que salieron del arca hasta toda criatura viviente de la tierra. Sí, de veras establezco mi pacto con ustedes: Nunca más será cortada [de la vida] toda carne por aguas de un diluvio, y nunca más ocurrirá un diluvio para arruinar la tierra”.
Y Dios añadió: “Esta es la señal del pacto que estoy dando entre yo y ustedes y toda alma viviente que está con ustedes, por las generaciones hasta tiempo indefinido. De veras doy mi arco iris en la nube, y tiene que servir como señal del pacto entre yo y la tierra. Y tiene que suceder que cuando yo traiga una nube sobre la tierra, entonces ciertamente aparecerá el arco iris en la nube. Y ciertamente me acordaré de mi pacto que hay entre yo y ustedes y toda alma viviente entre toda carne; y nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne.
Y el arco iris tiene que ocurrir en la nube, y ciertamente lo veré para acordarme del pacto hasta tiempo indefinido entre Dios y toda alma viviente entre toda carne que está sobre la tierra”.
Mi niña, así nació el arcoíris, cuando hoy vemos el arcoíris recordemos que Dios también lo está viendo para recordar el pacto que hizo con Noé.
Abuelita, ¡qué lindo relato! Y que obediencia la de Noé. Sí, mi amor, lo importante que es obedecer las normas de Jehová para que nos vaya bien en la vida. Podrías contarme otro relato Bíblico, claro mi niña, pero
Eso será otro día.