Levemente, el puente
se levantó.
Los dragones
salieron por
doquier...
La niña sacudió,
al padre y le
dijo: \" Ese cuento,
ya me lo contaste,
hazme otro\".
El hombre,
estaba tan cansado
que le dijo:
Sueña uno,
tuyo y cuando
te despiertes,
me lo dices,
lo escribo,
y así te lo
leeré cada
noche antes
de dormirte.