Sólo un fragmento
de tu piel quisiera poseer,
me pregunto entre sueños,
si es que el ocaso de tu piel
es el último sabor a mujer.
Deseo probar antes del amanecer,
aquello que sólo existen en tu ser.
Donde mi deseo es capaz
de seguir tu ritmo mujer.
Así lo creo mujer.
Si es que el lienzo
corre sobre tu piel.
una, dos, o cuantas veces
te are descender al contacto de mi piel.
Salvajes e inocentes oleaje de papel
donde se concentra el calor
que sólo se conoce y siente arder
en el pecho de una mujer.
Autor: Francis Mota.
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