Gracias a la vida, gracias al amor,
Por darle salida a tanto dolor:
Aquella homicida llena de rencor,
Que busca la muerte y la perdición,
Que me amenazaba con gran obsesión
Quedó reducida a un doliente adiós;
Hoy sólo es olvido, algo que pasó:
La mosca en la sopa, sombra sin razón;
Una pesadilla, raudo despertar;
Una cucaracha, que debo pisar,
Una sombra fatua que se extinguirá
Mordiendo sus manos, queriendo arrancar
Lo que nunca tuvo, siempre va a fallar,
Conmigo no pudo, nada logrará…