¡Quien pudiera robarle tiempo al tiempo!
Tic, tac…, tic tac…
así, con su rítmico y melodioso sonido
suena mi reloj…, contando segundos,
minutos y horas sin cesar.
Cuando estoy a tu lado y me
creo dueña de tus minutos,
pienso que las horas se acortan
escurriéndose como si ese reloj
se derritiera en mis pensamientos.
¡Que cortas se hacen las horas!
Parecieran sólo instantes…
¡Quien tuviera el poder
de ser dueña de tus momentos!
¡Quien pudiera robarle tiempo al tiempo!.
Una tristeza me invade al pensar que
cada minuto es irrecuperable…,
que no se puede desandar lo vivido
para poder volver a disfrutar
esos minutos de encanto,
y que sólo poseo el rítmico tic tac
de mi reloj que nunca duerme.
maria_dg