Yaira Nuwanda

Mi quimera

 

Con los ojos abiertos

tan solo a mi quimera.

Ciega al mundo

la realidad sueña.

 

Me encontré con él,

con su mirada negra,

con sus brazos, tendidos

diciéndome: “ven, despierta”

 

De la mano del Tiempo

bailamos entre nieblas

sordos, mudos, a ciegas.

Bailamos sobre el abismo

donde la conciencia sueña.

 

Fue aquella noche cenicienta,

en la que tomaron forma

delirios de grandeza,

la razón tembló,

se durmió la conciencia.

 

El mundo entero se derrumbó…

y solo sobrevivimos los dos,

abrazados.

Ni tú ni yo nos dimos cuenta.