En mi espacio, está permitido todo lo que yo delimite.
No vale aparentar, ni ángeles, ni diablos, ni héroes, ni cobardes.
En mi espacio hay lugar para pequeñas cosas; como sueños, ilusiones, miradas inolvidables, buenas intenciones, desafíos, inseguridades, miedos, pero también entusiasmo.
Solo entra buena gente, confió en mi intuición, si entró, era necesario para ambos crecer. No uso estrategias ni tengo armadura.
Lugar de delirios, emociones; sentir, oler, saborear es indispensable para ocuparlo.
En mi espacio es necesario conservar el asombro, el camino, la expectativa, para así construir un agradable lugar
donde podamos habitar
¿Vendrías si te invito entrar…?
MIRIADAS