Vaya fugacidad que nos arremete y que,
como jugando,
se va volviendo eterna...
¿La escuchas?
Dime que también la escuchas...
Esa. Esa música, tan preciosa,
tan impredecible como pertinente.
Me encanta, y no, no te pongas celosa.
Hay cosas que no pueden competir,
pero aun así se pudiera,
ganarías.
Más que saberlo, lo siento.
Ganarías siempre,
estoy convencido.
¿La escuchas ahora , verdad?
Lo sé, hasta puedes sentirlo.
Así como puedo sentirte
a pesar que no estás.