Sentía todo a cada instante.
En tu mundo rojo me sentía visitante,
disfrutando el arte de mi musa
fuí escribiendo deambulante.
Creo que no eres poeta
si no eres pensante,
y en tus dulces ojos
que me miran sin enojo
me siento manojo de
sentimientos y otros despojos.
Estando alegre o soso
el arte de mi pluma
sólo escribirá tu esbozo,
y que sepas que tu gozo
da sentido a mi alegría
y el del día que me despierte
viendo tu leve sonrisa.
La brisa viene y pisa,
pero no moverá nuestra meta.
Y el frío suena bonito cuando
me dejas tu chaqueta.