La noche recorría
todo mi sentir ,
tu ausencia física
me dolía , sangraba
mi corazón , mis ojos
su fuente habían abierto
no podía detener ,
este sentimiento
que ahogaba mi mano ,
sedienta de escribir
un te amo .
Pero me detuve del dolor
que me causaba el querer
sentir amor y la ausencia
de este me asólaba el alma .
Sabiéndote en la tierra
que me esperaba ,
con el alma abierta
frente al corte de la geografía ,
que me invitaba a extender
las alas que sólo brotan
cuando de amor se trata .
Y así las extendí
y fueron tan grandes
como la mente las creó
que en un instante llegué
y en ellas te tomé .
Y con el rumbo del atardecer ,
nos perdimos del insulso mirar
y ya nadie supo de nosotros ,
y la leyenda amaneció .