CON TU VIENTO
I
Arriba y abajo,
como un peregrino
me lleva tu canto
por esos caminos.
Me cuesta trabajo,
incluso decirlo
y el significado
real no descifro
de éste maremágnum
de dulces sonidos
que de vez en cuando
me roba el latido.
Con tu viento ando,
con tu viento vivo
a tu viento clamo
en mis desatinos.
Y un paisaje plano
sin viñas ni olivos
yo voy transitando
en pos de un destino
que se me ha parado,
que se me ha perdido,
que sabe a fracaso
si no estoy contigo.
Es hora de irse,
el sol ya se ha puesto,
ya pintó el eclipse
de alquitrán el cielo.
Ya se queja el cisne,
ya llora el jilguero,
de aquí a los confines
del ancho universo
porque en los perfiles
de un rápido vuelo
de mí tú te fuiste
prendida en tu viento.
¡Que frío y que triste
se quedó el almendro!
¿Por qué deshiciste
lo que estaba hecho?
Sabes que te quise
como a nadie quiero
y mi alma gime
porque no te tengo.
Ya nada me sirve,
ya todo se ha muerto.
Es como un desfile
de amargos recuerdos.
II
Tu viento mecía mi abeto
y hacía girar mi molino,
me empujaba a mar abierto
y aupaba mi andar cansino,
avanzaba pecho adentro
convertido en torbellino
despejando por momentos
la niebla de mis sentidos.
Sin chispa ya y sin talento,
desgastado y aburrido,
la pobreza de mis versos
es la muestra de mi hastío.
Viento de Levante