Josefina 46

AQUELLA HERMOSA PRIMAVERA

Era una mañana cualquiera

donde mis pasos me llevaban

hacia un lugar lejano en la rivera

donde un día el corazón entregaba.

 

Llegué cansada, casi sin aliento,

acompañada por el cálido viento

que en otros tiempos fue testigo

de nuestro primer encuentro.

 

Respiré profundamente

contemplando el horizonte,

sintiendo con pesar al instante

que ahora todo era diferente.

 

Han pasado muchos años

desde aquella primavera, me decía,

donde todo era paz y armonía,

un regalo que Dios quiso darnos.

 

Estación del año prolífera de vida

que nos llenó con su luz y colorido,

bajo las ramas de una encina dormida

escuché un \"te quiero\" de sus labios.

 

En un susurro me decía al oído

un montón de cosas maravillosas...

¡Ves de Buñol su río! pues cerca de su cauce

construiremos un día nuestro nido.

 

De pronto puse fin a mi ensoñación

volviendo a la realidad sin remisión,

la historia por un momento recordada

se eternizaría por siempre en mi alma.

 

Ahora con la soledad a cuestas

y en un día de una mañana cualquiera,

escribo unos versos con melancolía

reviviendo aquella hermosa primavera.

 

Primavera Divina, llena de esplendor,

revestida de un futuro prometedor;

verde de esperanza, plena de amor,

primavera... ¡de mi vida la mejor!

 

Fina