Y llorarle a la mañana
que no pudo amanecer.
El sol que el hielo abrasa
sueña con pájaros de papel.
Intentó alcanzar sus sueños
y las señas no quiso ver,
sus brazos tendió a cogerlos
y llovieron copos de agua y sed.
Esperanza que alumbras
cuando el sol no llega,
cuando un sueño se derrumba
en mil pedazos de tristeza.
Esperanza que instas a seguir
los anhelos más absurdos,
¡Dame fuerzas para reír,
y vivir cada segundo!