Tenso la cuerda
como hizo judas,
la paz no pasa por dios,
no es refugio la escritura,
no hay respeto que valga,
antros en minúscula.
Más lírica esta mierda
que cualquier pseudopoesía,
recargo los casquillos del revólver
de sentimiento,
perforo por el dorso
mi kevlar.
Cárcel de un barrote,
las palabras son imbéciles,
sólo hacen daño,
el arrepentimiento es la mayor
condena para mis pecados,
centésimo segundo perdón.
Centésimo segundo perdón
verdadero.