Donaciano Bueno

La vida desde mi cama

De qué sirve, quisiera saber, cambiar de cama

si ésta ya me conoce y, amable, es confidente,

si con mimo me trata y conoce mi desgana,

se comporta conmigo, gentil, muy diligente.

 

Sabe de mis caprichos, sabe de mi pereza,

sabe como yo sueño pues penetra en mi mente,

conoce mis suspiros y cuando mi alma reza

y cuando me despierto precipitadamente.

 

Ahora me relajo tumbado panza arriba,

si ya no estoy cómodo me vuelvo boca abajo,

aquí quiero quedarme embobado mientras viva

pues que el resto del mundo me importa a mi un carajo.

 

Mi cama es dulce, amable, llena está de ternura

y hasta es del arte de amar un curso permanente,

transpirando caricias, rezumando dulzura,

desde aquí miro a la vida asi tan ricamente.

 

No la cambio por nadie, no la cambio por nada,

ni aunque alguno me tiente con las más bella amante,

el cabecero, sábanas, colchón y almohada,

a ellos yo les declaro mi amor a cada instante.