Levanto el polvo sonriendo al alba,
respirando ando cada
gota natural de tu belleza.
Belleza única
rellena de polen y miel,
de magia cubierta de seres alados
esos que abrazan la historia,
que retardan el óxido,
que acarician tus heridas.
Levanto el polvo entre piedras olorosas
donde el moho define los colores,
donde canta el ruiseñor y la paraulata
donde divisan desde su rama telescópica
nuestro morral de amores,
rama que se sostiene solo por ti y por mi.
Levanto el polvo y se pega a mi piel
dejando mis perros dormidos.
Levanto el polvo histórico
postergándose ilusionado y perplejo.
Brisa soñadora que recuerda tu ausencia,
cielo de todos pero mío
camino que se abre
pies que no se inmolan
eternos, soñadores,
que me siguen.
Levantan el polvo acomedido y sin pena
con venas fuertes y huellas amantes.
Pies, polvo, camino y piedras
moho perpetuo, alados vagabundos
y vigilantes en ramas,
aquí estoy, aquí sigo,
de ustedes, con ustedes,
contigo, todos.