¿Que me sucedió, que todo
se volvió penumbra?
¡Oh Dios, no!
Luna que de amores vives,
no te puedo ver
deslumbrante en mí,
coloreada ante mi vida, que
en pinceladas
de matices resultaste con
haberes y
glamorosa paseabas sobre
los jardines
colgantes de este mundo.
Se fue la táctica psicológica
de mi andar,
la arritmia de mi sentir,
el velo de la sombra a lo
lejos...
¡Terrible será mi transitar!
Volaré en nubes de papel
que,
acurrucadas en mi corazón,
harán olvidar mi tristeza sin
colorear.
Sentir, que no ver me mata,
pincel que pintas duelo,
negrura, vivencia
arrebatada.
Soledad de mí vivirá en ti...
pincel de roca.