(un epitafio para mi tumba)
…me desangro en escribir, sin intuiciones sin mentiras sin palabras;
Sólo escribir.
Porque quizás y digo sólo quizás
una simple palabra, un entrecortado vocablo
donde la muerte está indagando
entre los escombros de la vida
en el deshuesad ero de las incertidumbres
es un pequeño e incisivo sonido: ¡Quizás!
Quizás aún me duele esta soledad
que es una muerte lenta
pasiva
(porque la muerte no es dejar un mundo
es estar en él sin ser visto)
Escondo en el cajón de mi escritorio -mis poemas-
Mi historia relatada entre saudades
mi vida en el girón inapreciable (ya sin vida)
no. No me despido aún
sin embargo me duele; me cobijo con la sombra de lo absurdo
y camino, éste mi camino que yo he labrado.
Qué extraño soy,
para llorar sin lágrimas
o decir adiós
al encender mi cigarro mientras el humo se esparce y se degrada,
con una cerveza en la mano
y, mi mirada perdida al horizonte;
simplemente explayar un adiós
en espera de la cita con la muerte, mientras beso los labios
de una mujer -de una- la que ame en ese momento.
Posiblemente sea una puta la que cierre mis ojos
o este solo, sólo quizás en mi aposento.