¿Será que la eterna perla nocturna
Se ruboriza como mis mejillas
Por tus bellas palabras?, maravillas
Que con cada contracción me arrullan.
Porque como tu amor, el de ninguna;
Como tus ojos, las luces que brillan
Tiritando en el cielo por la vida
Que consiguió en tu vientre su cuna.
No me dejes a merced del recuerdo
Que los ojos se me nublan por ti
Inevitablemente, sin remedio.
Dame esta noche un minuto feliz
Con una frase de tus dulces labios,
Que quizá el amor deje de existir.