Raul Gonzaga

A escribir

Tanto debo de escribir

En tan fascinante empresa,

Que mi mano ya está obsesa

De lo que debe seguir;

 

No me puedo permitir

Ignorar de esta gran mesa,

Ese tema o esa grandeza

Que yo deba compartir;

 

Puedo hablar de la locura

Que en mí siempre está presente,

O recordar la ternura

 

De aquella mujer ardiente,

O aquella simple aventura

Que quedó siempre presente…