RIVAS JOSE

Y volverè

 

La tarde radiaba con su fulguroso sol de luz brillante en medio del jardín

de rosas y usted mujer elegante de piel color canela aúpas la sonrisa más bella,

para contagiarme de felicidad en donde mi corazón acelera los latidos

cautivado por las expresiones de tu rostro angelical…

 

Apretaste mis manos de una manera inocente y suave

en donde emanabas los deseos más profundos de estar siempre

a mi lado , para recibir tus caricias soñadoras impregnadas  de miel

para también entregarte mis agasajos cálidas y apasionadas…

 

Me expulsaste de aquella silla de ratán silenciosa ante todo en el

espacio de aquel ático  para llevarme hasta tus brazos,

capaces de sofocarme con el roce de tu piel delicada y manos

angelical muy decididas a tranquilizar mi acelerado corazón…

 

Y volveré en la tarde radiante para encumbrar la luz brillante del sol

muy fina como el roce de entre dos  labios amándose , y resaltando el color

de tu piel muy llena de encima penetrante como tu sonrisa cándida

que me eleva a las alturas del firmamento…

 

Y volveré al son de las suaves tonadas de tus silbidos surcados

entre esos carnosos labios   muy parecidos a los emitidos del xilófono,

para acompañar nuestro encuentro romántico entre aquel

medio xerófilo y con perfume suave de la pasión…

 

Y volveré cuando la prosa me lleve a embarullar directo

a tu corazón   un amor puro y sincero, esparramando

los sentimientos más sutiles y dedicados a tu amor

encubierto los dos con el olor de aquellas rosas…

 

RIVAS JOSE