Yolanda Melo Daza

Te extraño en mis mañanas

 

 Despertar con el vacío de tu cuerpo

extrañando tu piel en mis manos

tibios labios con sabor y aroma a café

 besos acompasados de música suave.

 

 Extrañando  tus arrogantes palabras

en  el reflejo  de tu cómplice, el espejo

adorando al tiempo por detener los años

y perderlos en el camino de tu  cuerpo.

 

Cómo no extrañarte!, si me dejas tu esencia

y el sabor de tu ausencia; ¿que sabes? duele

 marcando  los espacios, de envolventes fríos

cómo la hiedra, trepando en color de la esperanza

añorando el aroma y colores del amor.

 

Caricias en mi rostro, enredan tus besos mi pelo

incitándome a ver el arrullo y escuchar el trinar

de las aves, que se buscan y se encuentran

cada víspera de complaciente  primavera

peculiar serenata, despiertan mis sentidos.

 

Amarte sin pose, sin tiempo, ni  momentos

cómo viento llevando el perfume de la vida

¿cómo no extrañarte cada día?

si tu piel como plegaria,  llena mi vida.