El amor se encuentra en cualquier lugar,
En lo más inesperado para todos,
En todos lados lo podemos soñar,
Y lo vemos de todos los modos.
Jessica un veinticuatro de octubre,
En un circo que llegó a la comunidad,
Tuvo que conocer a un hombre,
Que caduca exhalación, llenaría de soledad.
Nelson era el nombre del payaso,
Que se fijó en aquella damisela,
Quiso atarla para siempre con un lazo,
Pues ya que toda lo noche pensó en ella.
Al segundo día de que se conocieron,
Con alegría la siguió hasta su casa,
Gente decía cosas de su encuentro,
Ellos veían como enfrente pasan.
Creyeron en el amor a primera vista,
Por eso ella acepto platicar con él,
Es la retórica de la vida,
Es mucho más que actuar un papel.
Era muy marcada entre ambos,
La diferencia que existía de edades,
Creían que todo era más que besos,
Pues el amor antojadizo solo busca placeres.
Para el amor no importa edad,
El ya tenía alrededor de veintinueve,
En su mirada no se veía maldad,
Y al sentirlo cerca la conmueve.
Esa huella queda plasmada,
Esa marca que es la esencia del amor,
Con un beso le decía que la amaba,
Le hacía sentir en su interior calor.
Le prohibieron regresar al circo,
Pero seguía el instinto del corazón,
Solo quería llegar y verlo pronto,
Lo prohibido lo usamos como rebelión.
Así siguieron los días juntos,
Aunque él no estaría ahí eterno,
Tendrían que dejar correr los vientos,
Para ver cuál era su destino.
Aquella jovencita triste de la despedida,
Tuvo que recibir una mala noticia,
El payasito con triste mirada
Le confeso que se ya se iría.
La decepción la destrozo,
Al saber que el pronto se casaría,
Se quiso alejar y él la tomó del brazo,
Pues el alma mucho le dolía.
Al corazón, la boca lo traiciona,
Pues lo que se sabe sentir, se sabe decir,
El maquillaje lo tapaba como una lona,
Ya que su corazón no se hacía oír.
Payaso que hacia reír era Nelson,
Su rostro divertido lleno de color,
La vista no produce engaños de traición,
Mas las palabras confirmando tienen dolor.