VOZDETRUENO

Déjame...

Déjame...

Deja que mi mente vuele suavemente

Y aterrizar el tren de mis manos

En el declive fascinante de tus hombros,

Deslizarme en tus caderas,

Saborear tus montañas y pendientes,

Sonrojar tus mejillas...maquilladas de fuego,

Calcinar mis falanges en el crisol

Que almacena aquella lava ardiente,

Que desciende sobreabundante

Envolviendo el tallo que se yergue

Frente a las fisuras de tus montes.

Deja liberar tus ataduras,

Deja que me posesione... incesante

Sobre tus blancas llanuras

Donde se marca sublime

Mi punto de aterrizaje.

Después,  deja que me empape

Del manantial casi humeante

De tus aguas dulces y termales,

Y deja que abrace de amores

Con carbones encendidos

Cada una de tus cavidades.

 

 

(VOZDETRUENO)

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