Iba por la vida, desgarrado el corazón
el pecho abierto y el alma adolorida
Había perdido a mi amor…
¿Para qué me servía la vida?
La gente miraba, lo que de mí quedaba,
me vieron salir de casa…¡Enamorado!..
algunas horas más tarde,
era un espectro de lo que antes fui.
Torvo y angustiado con la mirada perdida
buscaba un refugio, un abrigo cualquiera
sin paz ni sosiego en medio de la noche
como algo maldito una voz escuché…
Ven a mis brazos me dijo...
en mi seno caliente hallarás la ternura
todo el cariño y el amor perdido
con el mío te compensaré…
La miré y vacilante, a sus ojos me acerqué
quise ver su alma y no la encontré,
¿Será por la pena?- asomó mi inquietud
estaba dolido y no me negué
Dejé la amargura y tirando el dolor
hasta su pecho mi cabeza allegué
la sentí fría, como sus manos
al acariciar mis cabellos…
¡Me alejé de su lado
con los ojos abiertos, casi morí!
ni un solo latido, estaba vacía...
¡no tenía corazón!
Delalma
Miércoles, 24 de febrero de 2010