No llames temprano pues no He de atenderte,
llámame a la noche que me sobra tiempo
las horas de luz quiero aprovecharlas,
disfrutar otro día de Dios el regalo.
Las malas noticias nacen en la noche
por eso en sus horas estoy preparado
mientras el insomnio pelea con el sueño
se esta mas dispuesto, a atender llamados.
A la luz del día abro las ventanas
que penetre el sol y oree mi cama
y si hay muchas hojas en el viejo patio
despacio las barro hablando a los pájaros.
Así es que se pasan las horas del día
por eso te pido, no llames temprano
mientras haya luz estoy ocupado
aprovecho el calor que nos da el verano.
Enciendo la radio y escucho unos tangos
no quiero noticias que amargan el día
bebo mi café, tranquilo, pausado,
y aunque no este bien, fumo algún cigarro.
Con andar muy lento me voy al mercado
a estirar las piernas, mas que a comprar algo,
si encuentro un vecino charlamos un rato
y después tranquilo, vuelvo a mis espacios.
Al llegar la tarde, leo los poetas
que hace muchos años para mi escribieron
que por ignorancia, yo no lo sabia,
por andar corriendo detrás de otra vida.
Luego en el crepúsculo, escribo poemas
busco el alimento para mi cerebro
cosas muy sencillas para mi intelecto
rimas, prosas, versos, quizás, algún cuento.
Por eso te pido, no llames de día,
llámame a la noche que e de estar leyendo,
veras que mantengo la luz encendida.
es larga la noche, si no llega el sueño.
¡Si! muy larga es la noche de quien llega a viejo,
pues se esta muy solo, junto a los recuerdos
llámame a la noche que me sobra tiempo
charlaremos largo, de nuestros inviernos.
Nicolas Ferreira Lamaita.