Esas que nunca fueron dichas ni mostradas.
Sonidos escondidos como monedas de oro en el baúl del miedo irracional que nos han enseñado a tener como coraza del ser fuerte.
Palabras que nunca fueron plasmadas ni contadas por la lengua del entendimiento en el momento que brotan del alma.
Oraciones que se escondieron en los bosques de la desesperanza y del temor al acto rechazante de la raza humana.
Sentimientos frustrados en botellas arrojadas al mar sin llegar al destinatario correcto por buscar la necesidad de no sentir más.
Poesía truncada por aquellos que no aceptan ser poetas del alma por el simple hecho de no sentirse con la capacidad de hacer estrofas que rimen y trasmitan música como legado de aquello que hierve en el interior culminante y carente de ser expuesto y expresado.
Melodías con extrañeza de ser proclamada en los corazones de quien lo merece y necesita, colores excitados de ser vistos por aquellos que necesitan iluminación en su vida.
Palabras capaces de hacer crecer lirios en el piso tambaleante de una vida sin sentido. Vidas que esperan que tus palabras lleguen a dar notas con un sentido latente de sentimientos profundos.