Dime luna y rompe tu silencio
¡cuánto es verdad que me ha querido ella!
que hoy me deja confundido
llorando a cántaros el eco de su repentina pérdida.
¡Qué ha buscado ella tácito orbe de plata!
que hoy me deja solo frente a la vida amarga.
¡Ay! acaso puedes tú lucero incandescente
decirme a qué se ha dedicado mujer tan reluciente
y no me digas si acaso es mejor lo que ha encontrado
lejos de mi apretado pecho desilusionado.
¡Dime tú sagrado astro que de lejos tiritas!
cuál ha sido la suerte que a ella le cobija
¿le ha sido pérfida o intensamente bondadosa?
¡Por favor! apiádate de mí como la espina protege a la rosa.
¡Misterioso cuerpo revela el peso que tanto guardas!
y dale un poco de sosiego a mi vagabunda alma
errante pesarosa sedienta de una palabra tuya
arrulla cada sombra con una noticia suya.
Coronada en el firmamento ¡Oh reina grisácea!
que de plata tiñes al caer mis suicidas lágrimas
déjame que me ahogue vano en mis inquietas ansias
pero acompáñame siempre ¡Tú! cómplice cara a mi alma.
¡Qué ha buscado ella tácito orbe de plata!
¡Dime luna y rompe tu silencio!
...mejor calla aquellas necias palabras;
será siempre mía bajo tu sombra, luna de hiel.