La vida que me llena de luz y de alegría,
me ofrece cada día ramos de yerbabuena.
Me siento mujer plena soy pura algarabía,
bailé una bulería y se me fue la pena.
Ya rompí la cadena, y libre el alma mía
canta su melodía con voz dulce y serena,
y ya no se envenena con la triste agonía
que a su pesar vivía, de luces hoy se llena.
El sol brilla de nuevo con todo su esplendor
hoy la vida me bebo vestida de color,
radiante de alegría soy como un remolino
porque la pena mía la dejé en el camino,
en ese caminito que lleva hasta el olvido
la dejé despacito, durmïendo sin ruido.
jarablanca
25/02/2015