Después del tiempo estando a lo lejos y a lo cerca
De cielos y girasoles mirando al infinito o de penas y
dolores…
Cuanto se te ama, cuanto se te desea y se te extraña.
En esas noches en que las estrellas no tenían mechas.
Rodaba mi alma de voltereta en voltereta
De salto al salto vacío
Se te ama ave de mi árbol
Semillas de la tierra que fecundas fortalecieron sus
raíces.
Se vincularon con puentes sin miedos los alientos
contenidos.
Los abrazos negados, la palabra mal dicha.
Presente que sueña un futuro, futuro constrúyete de acero.
Protege siempre nuestro hogar que de risas sea vestido
y de amor sea lustrado…
(Poema ¨Vestidos de amor¨, autoría Lorena Rioseco Palacios)