Sobre la fina arena y en la mimosa playa,
cuando el astro sol se asoma y comienza a sonreir
el agua anda aun dormida y el cielo se desmaya,
yo guardo entre las olas mis ansias de vivir.
Extiendo suavemente mi psique aventurera
sembrada de veleros, allá en el alta mar,
rufianes, bandoleros y gente pendenciera,
con mis velas al viento dispuesto a navegar.
Mis sueños lanzo raudo disfrutando la brisa,
a lomos de gaviotas, los echo allí a volar
veo grises fantasmas andando en su repisa
y sirenas aladas dispuestas para amar.
¡Mar de lágrimas lleno aunque de agua sedienta!
tantas veces violenta tan cargada de espuma,
buscador permanente que a tu alma no encuentra
pues ocultas tu rostro sumisa entre la bruma.
Capitán soy de un barco que zarpa a la deriva
en tiempos procelosos, escasos de bonanza,
semihundido en sus miedos sin brújula en su vida,
ni faro que le alumbre y ausente de esperanza.