Donaciano Bueno

Barco a la deriva

Sobre la fina arena y en la mimosa playa,

cuando el astro sol se asoma y comienza a sonreir

el agua anda aun dormida y el cielo se desmaya,

yo guardo entre las olas mis ansias de vivir.

 

Extiendo suavemente mi psique aventurera

sembrada de veleros, allá en el alta mar,

rufianes, bandoleros y gente pendenciera,

con mis velas al viento dispuesto a navegar.

 

Mis sueños lanzo raudo disfrutando la brisa,

a lomos de gaviotas, los echo allí a volar

veo grises fantasmas andando en su repisa

y sirenas aladas dispuestas para amar.

 

¡Mar de lágrimas lleno aunque de agua sedienta!

tantas veces violenta tan cargada de espuma,

buscador permanente que a tu alma no encuentra

pues ocultas tu rostro sumisa entre la bruma.

 

Capitán soy de un barco que zarpa a la deriva

en tiempos procelosos, escasos de bonanza,

semihundido en sus miedos sin brújula en su vida,

ni faro que le alumbre y ausente de esperanza.