J.M.S González

¡Qué infinito estás hoy!

Hoy solo puedo mirarte. Quisiera tocarte... Pero no me alcanzan los labios.

 

Quisiera abrazarte, mas no me llegan los ojos.

 

Hoy estás furioso. Gritas blasfemias y Dios no se enoja. También me escupes; y otras me ignoras.

 

Entiendo tu enfado, eterno paraíso. Solo te pido un poco más de amor y tiempo, descubrí que no soy eterno.

 

Mójame. Recuérdame lo que es la vida.