Parto de tus huellas hechas corazón en el rincón sublime
de mi mente y me desposo ante tus bellos recuerdos febril del amor,
siento tu sangre disparada a millas por horas quemar mi piel
empapada en los diluvios de aquellos besos sublimes y prohibidos…
Esa cabellera amarilla de señorita tierna
esparcida en la inmensidad de mi cuerpo,
arropa mi alma con el golpeteo de aquellos movimientos bruscos
en donde me perdías en el desierto de amor sublime entre rosas rojas…
Escultural es tu cuerpo de diosa viva entornado
en el pedestal entre mis sueños y el tuyo,
me subyugo a tus caricias ardientes en ese paraíso tierno
entre la noches oscuras muy seguidas por la extensa luna…
RIVAS JOSE