Sonido exacto, eterno
tus cuerdas de oro sordas al soberbio
que arpejeadas envuelven los corazones sinceros
en una dimensiòn amorosa y admirada.
Cintura suave con mi brazo en ti
no me sospecho lejano aunque quede
sin manos para tocarte
aunque quede inerte o sin vida.
Mis años contigo en tertulias
de amigos de pueblo
tu y yo llevándote y tu trayéndome
con mis dedos hinchados y
tus cuerdas abiertas.
Tus besos climáticos
sensuales y armónicos
presagiando aventuras de amores
instantáneos y amistades para siempre.
No es mi corazón lo que me da vida
eres tu guitarra por la que vivo.