Se ha terminado el tiempo de la espera...
Finalizó en el mismo instante...
Y en el instante mismo en que te viera...
Porque asombrado vi ... como te transformabas....
Te sentí mía, muy mía...
Dejando el pensamiento libre y con el alma al descubierto...
Con los ojos abiertos...
El espíritu goza la inmensidad sonora de tus sentimientos...
Y volaste gentil, arrebatada y loca...
Te disgregaste en llantos...
Dejándome en la boca... el frío salado...
Torrente inmaculado de tu nacer lloroso...
De tu preciosa boca... loco corrí, loco en el viento...
Bebiendo risas y atropellando sueños...
Sintiendo que mi lecho....
Jadeante, estremecida, fecunda tu simiente...
De mi torrente... vida....
Rodolfo 2003 (Derechos reservados).