En la inmensidad de la nada lloro
tu recuerdo con nostálgia yo añoro,
escucha mi lamento te lo imploro
regálame ese tu beso sonoro.
¿Cómo puedo andar así de boleo?
sintiendo cada día este mi cáldeo;
pierdo la razón ya solo alardeo,
soy un hombre que por ti aún babeo.
En sueños cada noche te devoro
con angustia tu cuerpo te pignoro,
entre suaves caricias te enamoro
con ósculos de fuego a tí te adoro.
Solo es un sueño, a ti no te poseo
en mi mente con pasión te deseo,
corazón mío ¿soy solo tu reo?
¡no!, quiero llenarte con mi morreo.
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel López.