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DE PRONTO...

De pronto, sacas fuerza del

brillo de la primavera y descalzo

caminas por el bosque de tu

vida, que entre amaneceres se

deleita de la ruta encontrada  y

ve clarear el sol como el ánimo

en el alma.

 

Juegas con tu sentir y olvidas la

negrura atrasada, siempre con

la esperanza de una nueva

aurora, colocándote tu traje

ligero, de piel nueva; zapatos renovados

de paso firme, con calcetines

suaves que te hagan estar 

conforme y ayuden a aliviar el

peso de lo que te oprimía y

tenía preso.

 

Así, de pronto, te atreves y 

tomas fuerza del brillo de tu ser.