Donaciano Bueno

Me dijiste que me amabas

Me dijiste que me amabas y yo creo

me mentiste pues que tu eras un farsante,

un juguete, fuí a jugar en tu recreo,

un peón de tu ajedrez, un simple amante.

 

Yo era ingenua y sabías que era ingenua,

tu, mendaz, te aprovechaste de ese instante,

fue de noche, te ocultaste en la luz tenua,

con descaro me encubriste tu semblante.

 

En la miseria me hundiste, en la miseria

y es por esto que te dije ¡miserable!

Pues fui yo quien te invitara a aquella feria,

 

te disculpo. Y pues ya nado en otra arteria

reconozco que también fuí yo culpable,

¡la ansiedad nos impidió ser gente seria!

 

Margarita se llamó nuestro desliz,

hoy tiene alas y además lleva el volante,

son los riesgos que implica el ser aprendiz,

e ignorar si ir hacia atrás o hacia adelante.