Las alegrías son suspiros, surgen las garras filosas y se evaporan
los sueños mejores.
La felicidad es un tenue velo que acaricia como una garúa de leves gotas
inconstantes.
Y un hálito de engañosa esperanza flota en el ambiente, pero tal cual un vaho,
desaparece evanescente de cualquier momento que pretende ser prolongada alegría.
No es de la naturaleza de la existencia el placido bienestar de las criaturas
que en su marcha por la evolución se devoran, se mienten, se matan, se temen
y por el temor se odian en su fatal rutina.
Y de la rutina surge el hastío y de allí el tedio y del tedio finalmente la reflexión
que trae la compresión.
Con la compresión golpea fuerte la verdad del horror y la angustia existencial
de la que se busca escapar.
...................................................................................................................................