Las palabras maquillan
el papel suave y reseco
por el vacío y la soledad,
que nunca recibe la compañía,
la alegría del saber,
de las letras acompañadas
unas de otras,
de rimas espontáneas
de color y amor.
Llega el final, igual que el principio
con una fusión de letras,
de un calor resplandeciente,
de una oleada de sentimientos
especiales y rellenos de vida.
Acabado está el cuaderno,
con un beso sonoro.
La pluma se emociona
como el llanto de una guitarra,
como una lágrima en la arena,
como un beso enamorado,
como un corazón
que late ardientemente,
al sentir la luz del amor
en las entrañas.
Leyendas mágicas
de flores de algodón
y de loto mezclado con jazmín.
Pinturas que decoran
un cuaderno artesano
con poemas de colores,
con dibujos que tienen vida.