NADA ES LO QUE PARECE
¡Las siete de la mañana!
Llegas un poquito tarde.
Mi mal humor está que arde
por eso abrí la ventana.
Pero... ¡es la misma rutina!
Dime, ¿qué quieres que yo haga?
Tu humor con nada se apaga...
Sigue así, te ves divina.
¿Yo, divina? ¡Y tú malaje!
con esa labia tan fina.
Lo que más me desatina
es, ¡morirme de coraje!
¿Yo, malaje? ¡Vaya, vaya!
De ti, eso nunca esperé
¿Ahora qué te diré?
¡Te has pasado de la raya!
¡Pasaste la noche fuera!
¿Ahora qué esperas mi niño?
¿qué te trate con cariño
y de amorosa manera?
Entiendo tu mal humor,
¡pero no es lo que tú crees!
por lo tanto, no vocees...
Ven, dame un beso, mejor.
¡Si es que soy muy mal pensada!
¡Seguramente que es eso!
Haberme pedido el beso,
en esta noche pasada.
Si quieres no me lo des,
puedo seguir esperando;
así te estaré pensando
todos los días del mes.
¡Mira que eres zalamero!
pero a mí ya no me engañas,
no me cuentes más patrañas.
¿Te da alergia ser sincero?
¿Alergia? No, para nada.
Pero una cosa te digo,
si me quieres como amigo...
¿Por qué el fuego en tu mirada?
No eres listo como liebre.
¿¡El fuego de mi mirada!?
¡Una gripe contagiada!
¡Cuarenta grados de fiebre!
Ésa fiebre no es normal,
tu piel se enciende conmigo;
es por eso que te digo
ya no me trates muy mal.
Perdón, si mal te he tratado,
pero sufro de desvelos
porque me matan los celos,
si tú no estás a mi lado.
Me han contado que no duermes
pensando en mil y una cosa...
¡Deja de ser tan celosa!
Yo no quiero que te enfermes.
Autores: Jarablanca (España)
& Jareth Cruz (Costa Rica)
01/03/15