En el mundo hay miles de mentiras, pero con esas mentiras vienen verdades. Unas buenas, otras malas y otras, aun peor. Las mentiras ayudan más de lo parece, pero cuando la verdad sale hieren más de lo que parece. Muchos piensan que, si dicen mentiras ayudan, y a veces si, ayudan, pero al final duelen más, hasta que el corazón se rompe en mil pedazos y ni el pegamento más resistente lo puede volver a unir.
Así que, es mejor decir la verdad con respeto y cariño, a decir mentiras y la larga romperle el corazón a alguien.